Por Washington Cabello
(NEW YORK, Estados Unidos).- Los narcosobrinos de Nicolás Maduro, fueron condenados en esta ciudad por conspiración para importar, fabricar y distribuir 5 o más kilos de cocaína a Estados Unidos
Efraín Campo Flores, de 30 años y su primo Franqui Francisco Flores de Freitas, de 31, sobrinos de Cilia Flores, la esposa del presidente venezolano, fueron detenidos en Haití, el 10 de noviembre del año pasado por agentes encubiertos de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) y trasladados a esta ciudad, donde han permanecido casi un año en prisión.
Efraín fue criado en la casa de Nicolás Maduro luego de que falleciera su madre.
Tras más de 5 horas de deliberación, se conoció el veredicto del jurado de una corte de Nueva York.
Los sobrinos viajaron a Haití en un jet privado y en el momento de ser capturados ambos tenían pasaportes diplomáticos.
En julio pasado se conoció un documento del fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Preet Bharara, en el que se afirmaba que ambos admitieron haber negociado con las FARC para traficar cocaína en noviembre del 2015, desde Venezuela hacia Honduras, de donde saldría a territorio estadounidense.
“Durante el vuelo de Haití a Estados Unidos, los acusados confesaron, sin coerción, su participación en el cargo de conspirar para importar cocaína”, se lee en ese documento judicial.
La fiscalía de la corte federal del Distrito Sur de Nueva York alegaba que en octubre del 2015 ambos participaron en reuniones secretas en Venezuela, relacionadas con el envío de un cargamento de coca a Estados Unidos a través de Honduras.
Según los fiscales, para sustentar sus argumentos se basó en un grueso expediente que incluye grabaciones y comunicaciones electrónicas.
El 17 de diciembre del año pasado, los dos se declararon inocentes ante el juez del caso, Paul Crotty.
Las audiencias del caso fueron pospuestas varias veces pues, a mediados de este año, la defensa de los primos Flores pasó de defensores públicos a un bufete de abogados privado, tras reconocer la existencia de un conflicto de intereses entre ellos y los acusados por el pago realizado a los abogados por parte de una tercera persona.
Los argumentos de la fiscalía
En el juicio se escuchó a 14 testigos, incluyendo agentes de la DEA, informantes contratados por la agencia, un miembro de la fuerza antinarcóticos de Haití, analistas de datos y traductores, entre otros.
La fiscalía utilizó los testimonios, además de una serie de evidencias, para convencer al jurado de que los acusados eran culpables. La evidencia incluía fotos, vídeos y mensajes de los teléfonos de los acusados, además de audios y videos obtenidos por informantes de la DEA que usaron dispositivos de grabación ocultos.
La defensa intentó poner en duda tanto en el peso de la evidencia como la credibilidad de los testigos a lo largo del juicio. De hecho, dos de los testigos acudieron a la corte usaron uniformes de prisión pues han sido condenados por crímenes de tráfico de droga: uno es un ex-informante de la DEA quien realizó acuerdos de tráfico de droga a espaldas de la agencia, y el otro es un controlador de tráfico aéreo hondureño quien facilitó envíos de droga en el aeropuerto de Roatán.
Algunas de las pruebas más convincentes fueron un vídeo de una reunión en Honduras, en el que aparecen dos informantes de la DEA y Flores de Freitas y se les escucha planeando la logística de un vuelo desde el hangar presidencial del aeropuerto de Caracas a Roatán, Honduras, en un avión privado lleno de cocaína.
Aunque ese vuelo de hecho nunca ocurrió, el cargo por el que se les acusó es conspiración para traficar cinco o más kilogramos de cocaína a Estados Unidos, lo que significa que los sobrinos de hecho no cometieron el acto para ser acusados con el crimen.
Alrededor de las 5:30 PM, un funcionario de la corte les dijo a los periodistas presentes que el jurado no había llegado aún a un veredicto y que regresarían a deliberar en la mañana del lunes. Se esperaba que el jurado apareciera brevemente para decirle eso en público a la corte, pero cuando el juez les preguntó si tenían un veredicto, un delegado del jurado dijo que de hecho sí lo tenían listo.
El próximo 7 de marzo se podría conocer la sentencia.
Desde que fueron detenidos, la primera dama de Venezuela ha insistido en que la DEA secuestró a sus familiares y se ha mostrado confiada en que “todo se aclarará”. Maduro ha guardado silencio al respecto.
Con información de Yilber Vega de CNN en Español y Jeffrey Kopp de CNN desde Nueva York